Roguemos al Señor - últimas reflexiones

Aldila - Oficial

lunes, 16 de marzo de 2009

Reflexión: Lc 4,24-30


Ya lo hemos dicho antes. Jesús es un tipo incómodo. Y es que no le dora la píldora a nadie. El va diciendo la verdad a todo el mundo, cantándoselas muy clara y eso no le gusta a mucha gente, sobre todo a aquellos que se creen escogidos, a los poderosos, a los ricos, a los “sabios”, a los sacerdotes, escribas y fariseos…

Es que no nos tragamos que aquél infeliz, ese que siempre hemos visto, ese “pobre diablo” que vive entre nosotros un día venga y nos la haga ver muy claro, que somos unos egoístas, que acomodamos todo a nuestros favor, que ponemos cargas pesadas en los otros, que nosotros mismos no seriamos capaces de llevar, que no somos nadie y que por el contrario, aquél que hemos desechado, aquél del que renegamos, ese precisamente ha escogido el Señor para darnos su mensaje.

¿Quién es este “cholito”, nos decimos, para venir a decirme lo que yo debo hacer? ¿Quién es este ignorante para decirme lo que está bien o lo que está mal, cuando yo tengo 2 maestrías y un doctorado y voy por el segundo? ¡Nosotros lo hemos estudiado y decidido todo a vuestro favor, pedazo de ignorantes, para que ustedes no piensen ni decidan, porque no son capaces, porque no tienen la luz y sabiduría que nosotros! ¡Ustedes no tiene que opinar, porque cuando abren la boca hablan estupideces! Además, estamos apurados, hemos emprendido una obra monumental que ustedes, por su ignorancia y su ubicación funcional, no alcanzar a ver y no estamos para perder tiempo en aclarárselo, porque además no están en condiciones de entenderlo, así que lo deben aceptar con la boca cerrada, confiando que es lo mejor, pues ha sido ideado y planificado por nosotros, un selecto y escogido grupo que podemos acreditar a quienes quieran que somos capaces, que tenemos los pergaminos suficientes y contamos con el poder suficiente para comandar la tarea que nos hemos propuesto! ¡Ustedes deben confiar, ceñirse, colaborar y acatar! ¡Ese es su papel!

Y cuando iban a arrojar a Jesús al barranco, pasando por en medio de ellos se marchó. Hasta ese extremo incomodó. Es que no había llegado su momento, momento que, muy a pesar de esta turba dirigida por la “aristocracia”, había sido planeada y dispuesta por el mismísimo Dios desde hacía mucho siglos. Nadie muere la víspera. Todo ha sido cuidadosamente planeado y Dios tiene un Plan para cada uno de nosotros. ¿Cuál es Dios mío tu voluntad? ¿Qué quieres de mí? Ese es nuestro gran reto, descubrir su Voluntad, que luego las cosas sucederán cuando deban hacerlo y entonces, ojalá estemos trabajando en la viña, para la viña.

Oremos:

Señor, danos humildad, serenidad y discernimiento, para no caer en la tentación de la soberbia, de creernos dueños absolutos de la verdad, despreciando a nuestros hermanos y haciendo oídos sordos a sus voces, simplemente por creer que provienen de ignorantes que además conocemos de toda la vida.

Danos fe, para leer los signos de los tiempos y saber reconocer que Tú actúas a través de nuestros hermanos y muchas veces, sino siempre, a través de los más sencillos, de los más simples, de los que menos destacan, de los menos aplaudidos y reconocidos, de los humildes.

Danos un corazón puro, danos sabiduría, lucidez, discernimiento y modestia.



Roguemos al Señor…

Te lo pedimos Señor.
(Añade tus oraciones por las intenciones que desees, para que todos los que pasemos por aquí tengamos oportunidad de unirnos a tus plegarias)

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