“Aquí hay algo más que Jonás”…Y es que somos realmente privilegiados. El Señor ha venido a salvarnos. Ha anunciado la Buena Nueva y hemos tenido el privilegio de vivir para escucharlo, tanto aquellos que vivieron con él y lo acompañaron en su peregrinar, como nosotros a quienes gracias a aquellos nos ha llegado la Palabra Viva de Jesús.
No, no tendremos más señal, porque se nos dio todo lo que era posible y necesario. El Señor vino a Salvarnos y lo hizo dando su vida por nosotros. “Tanto amó Dios al Mundo, que entregó a su propio hijo como sacrificio por nuestra salvación”. ¿Qué más?
¡Qué difícil es dar la vida por un amigo! Aunque seguramente habrá siempre alguien dispuesto, gracias Dios. ¿Pero dar la vida por alguien que te ha fallado, por alguien que no cree en ti, por alguien que duda de ti, por alguien que no te conoce, por alguien que no te quiere? ¡Eso hizo Jesús por nosotros!
Jonás se entregó como sacrificio para salvar la nave en que viajaban de la furia de las olas del mar, y fue devorado por una ballena que a los tres días lo devolvió sano y salvo. Jesús será crucificado muerto y sepultado por nuestros pecados, pero resucitará al tercer día, redimiéndonos y sellando la Alianza Eterna con nuestro Padre, Dios.
¿Creemos eso? “Conviértete y cree en los Evangelios” es la exigencia de este tiempo de cuaresma.
Oremos:
Señor danos fe si quiera como un grano de mostaza, para creer en ti, en los evangelios y en la salvación que con tu bendita sangre ha sido adquirida para nosotros por toda una eternidad.
Que vivamos según los evangelios, llevando paz, alegría y esperanza al mundo, sabiéndonos amados por Él que más puede amar, por un Dios que es Amor, que es, por si fuera poco, nuestro Padre.
Roguemos al Señor…
Te lo pedimos Señor.
(Añade tus oraciones por las intenciones que desees, para que todos los que pasemos por aquí tengamos oportunidad de unirnos a tus plegarias)
No hay comentarios:
Publicar un comentario