Roguemos al Señor - últimas reflexiones

Aldila - Oficial

lunes, 10 de noviembre de 2008

Reflexión: Lc 17, 1-6

Lc 17, 1-6

Escándalo, perdón y fe. Jesús habla de estos tres temas hoy. Es nuestro DEBER andar con cuidado, para no dar falso testimonio. Evitar la incoherencia, que finalmente termine por desorientar a nuestros hermanos. Lo peor que podemos hacer es escandalizar, a los que menos saben, a los sencillos, a los humildes, a los niños, que desconcertados pueden quedarse sin saber en qué creer.

Muy por el contrario, debemos preocuparnos por ser buenos ejemplos. No siempre todo habrá de estar en nuestras manos, pero en tal caso pidamos ayuda al Señor…Él vendrá en nuestro apoyo, si tan sólo tuviéramos fe “como un grano de mostaza”. No es casual que junto con el esforzarnos por ser fuertes, por ser coherentes, el Señor nos enseñe a perdonar y nos aliente a tener fe. No debemos doblegarnos; no debemos dejarnos vencer. Debemos seguir luchando, hasta el final. No claudicar, pero saber reconocer que nuestros hermanos son débiles, que son mortales, que son falibles y que por tanto merecen nuestro perdón siempre.


Oremos:
Pidamos al Señor que nos de la Gracia de saber perdonar, de no guardar rencor, de dar oportunidad a todo aquel que nos la pide.

Que nos de el coraje de llevar una vida decente, única, coherente. Que nadie se sienta engañado y mucho menos desengañado por nosotros.

Danos firmeza, para no claudicar ante cualquier pequeño embate y muy por el contrario, danos la fe necesaria para confiar en Ti siempre y jamás claudicar.

Roguemos al Señor…

Te lo pedimos Señor.

(Añade tus oraciones por las intenciones que desees, para que todos los que pasemos por aquí tengamos oportunidad de unirnos a tus plegarias)

domingo, 9 de noviembre de 2008

Reflexión: Jn 4, 19-24

Jn 4, 19-24

La reflexión de este evangelio escogido para hoy por la Iglesia está destinada a hacernos reconocer lo verdaderamente importante, en nuestro trato con Dios, un Dios que es Espíritu y Verdad. No importa tanto el lugar en el que nos encontremos, no es el edificio, el templo, la ubicación geográfica lo que facilita nuestra comunicación con Dios. No es que tenemos que ir a algún sitio especial para que el nos escuche, es nuestra disposición interna, es nuestra actitud. A Dios que es Espíritu y Verdad, debemos adorarle en Espíritu y en Verdad.

Es en lo más profundo de nuestro ser, en lo más íntimo, en nuestro Espíritu que debemos edificar su templo. Es allí que debemos disponernos a adorarlo y sólo lo haremos si somos capaces de andar en la verdad, en la luz…si podemos ser traslucidos.

¡Qué más! No es que el Señor este contra las pompas, los altares lujosos, los templos imponentes, las ceremonias fastuosas, no. No, el no está en contra de nada…El está y nos enseña estar siempre a favor de…Nos enseña a ser positivos.

Dios vino a nosotros a través del pueblo Judío, Él quiso que así fuera. Pero no para establecer privilegios y es que este detalle, como el lugar para ofrecerle nuestra adoración, no es importante. Lo importante no es el lugar. Lo importante es la actitud, la disposición de la mente y del alma. Dios quiere que le adoremos en Espíritu y en Verdad; eso es todo. Si lo comprendiéramos...

Oremos:

Danos la ocasión para en silencio buscarte en la profundidad de nuestro ser, allí donde habitas, allí donde somos Uno contigo y nuestros hermanos.

Danos el valor para encontrarnos y aceptarnos en la Verdad.

Destierra de nosotros todo engaño, toda escaramuza para cubrir la verdad, para hacerla más suave, más digerible, menos exigente.

Que seamos capaces de reconocernos y enmendarnos, superando nuestras debilidades, nuestros egoísmos, nuestras bajezas.

Cuanto más puro sea mi corazón, más limpios mis pensamientos, menos temor tendré de exponerme, más ocasiones tendré para hacer el bien, de donarme, de entregarme y caminar en Tú luz…más cerca estaré de Ti: el Camino, la Verdad y la Vida.


Roguemos al Señor…

Te lo pedimos Señor.

(Añade tus oraciones por las intenciones que desees, para que todos los que pasemos por aquí tengamos oportunidad de unirnos a tus plegarias)

Reflexiones de HOY